“…la loca Margarita salía gritando, arriba el partido liberal, abajo los godos…mi papá se ponía bravo, mi papá era godo y nosotros teníamos que ser godos…”
“En ese entonces era tan seguro Bogotá que Laureano Gómez salía caminando por las calles. Un dia, me acuerdo que salí a la calle y me tropecé con él, él me miró, le miré y continuamos”